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  • 14/09/2020 - 09:10  

    ¡Para abrirte la boca!

    José María Ayaso

    Los aperitivos son una especie de “calentamiento” gastronómico previo a una comida. ¿Pero son recomendables?

    Recomendados por los médicos y los farmacéuticos de principios del siglo 19 para “abrir y limpiar las vías”, empezó a utilizarse como como una bebida con una ligera graduación alcohólica. En la actualidad, especialmente en España e Italia, está más referido tanto a una bebida como a un bocado de alimento servido previamente a una comida principal.

    Los especialistas en nutrición sí que recomiendan su uso, como una forma de saciar el apetito antes de sentarse a la mesa de una buena comida o cena; con la intención de disminuir, saludablemente, las cantidades que se nos ofrezcan en el menú.

    Si bien los aperitivos pueden ofrecerse en distintas versiones y formatos —salados, dulces, calientes, fríos, en recipientes o en base hojaldrada—, todos deben cumplir varios requisitos fundamentales: deben ser ligeros, cómodos de coger y fáciles de tomar de un solo bocado.

    Aperitivo-interior

    En el caso de las bebidas, se recomienda que sean secas o semi-secas —vino, vermú o cerveza—, puesto que las de sabor dulce suelen disminuir el apetito.

    Además de su utilización para ir abriendo boca como hemos destacado, protocolariamente, el aperitivo también se utiliza como un agasajo posterior que se ofrece a los asistentes a un acto o evento; en tal caso, suele denominarse con el apelativo genérico de vino español y, obviamente, los bocados ofrecidos no deben ser porciones de ninguna de las propuestas del menú principal.


    Ejemplos de aperitivos a servir

    Aperitivos fríos: Vasito de crema de calabaza, salmorejo, etcétera. Volovanes de ensaladilla rusa; brochetas de queso feta y tomate cherry, langostino y piña, etcétera. Tosta de foie y manaza, morcilla y manzana, etcétera. Picos con jamón ibérico o caña de lomo ibérico. Saladitos de hojaldre con queso y bacon, salchicha o butifarra, etcétera. Chips de plátano y mermelada de tomate. Papas cuadradas con ali-oli. Crema de papa con pulpo. Rollitos de foie y jamón asado. Y entre los fríos clásicos están todo tipo de embutidos y fiambres cortados, las galantinas, las tartaletas o volovanes con diversos rellenos, etcétera.

    Aperitivos calientes: Croquetas de jamón ibérico, boletus, bacalao, etcétera.  Mini hamburguesas de buey de Kobe. Mini quiché gratinado de espárragos verdes. Rollitos de pavo y verduras al wok. Cigarros de morcilla y manzana. Canapé de chorizo ibérico y huevo de codorniz. Brochetas de ... solomillo y champiñones, pechuga de pato y manzana, etcétera.

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