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  • 13/08/2020 - 08:52  

    ¿Y si confitamos los puerros?

    La manera más sencilla de pecar

    En nuestro Recomercado de ayer comentábamos que la salud de la huerta canaria es inmejorable. Mediante la receta de hoy queremos destacar uno de sus productos: El puerro.

    Relacionado con la familia de los ajos, las cebollas y las chalotas, el puerro es un ingrediente que no puede faltar en las cocinas canarias por dos razones: por sus cualidades nutricionales y saludables y porque aporta un toque sutil a las recetas sin llegar a dominar sobre cualquier otro sabor.

    Sin embargo, el puerro, especialmente el de Canarias, ofrece también posibilidades culinarias sorprendentes por sí mismo, como plato. Una de las formas más exquisitas de cocinar el puerro es confitado. Les avisamos que esta receta es absolutamente adictiva.

    Ingredientes para cuatro personas

    4 puerros canarios

    750 ml aceite de oliva canario

    Sal gruesa o en escamas (canaria)

    Perejil para adornar

    Elaboración (sencilla)

    Se cortan los puerros separando la parte de las hojas (¡no las tires! que sirven para enriquecer caldos y, cortadas en juliana, para hacer crujientes y en crudo para adornar carnes y pescados).

    Tomamos la parte blanca y la cortamos en dos trozos de 10-11 centímetros aproximadamente, desechando las raíces. Retiramos la primera capa (guardamos junto con las hojas verdes) y lavamos bien hasta que no quede nada de tierra.

    Una vez limpios los metemos en una olla con suficiente aceite de oliva virgen extra, como para que cubra los puerros.

    Calentamos hasta alcanzar 80ºC (en este paso es necesario disponer de un termómetro para guisos) y mantenemos esta temperatura durante dos horas. Debemos procurar que el aceite no llegue nunca al hervor.

    Si no tuviéramos termómetro se puede vigilar a ojo, pero tendremos que estar muy pendientes del proceso. Si observamos que la temperatura sube demasiado, haremos lo que nuestras abuelas, quitamos la olla del fuego, esperamos a que la temperatura del aceite baje un poco y la volvemos a poner; y así, las veces que sean necesarias hasta que transcurra el tiempo indicado o hasta que los puerros estén confitados.

    Es una receta deliciosa para tomar como plato único (frío o caliente), aderezado con un toque de sal gruesa o en escamas, por su puesto de las salinas de Canarias. Con un poquito de perejil picado por encima son la guarnición perfecta para pescados o aves.

    ¡Ah! y con un buen trozo de pan mojado en aceite de oliva… ya son un pecado.

     

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