¿Qué se cuece?

Tres croquetas con producto canario que te enamorarán

Te proponemos tres recetas que te quedarán cremosas y súper suaves

Locos por la gastronomía by Luz Cappa

Llevo muchos años en busca de la croqueta perfecta. A mi me gustan cremosas, con una bechamel casi líquida, con su rebozado crujiente y que exploten en la boca. Cada vez que voy a un restaurante, si tienen croquetas, pido una ración y debo confesar que pocas veces encuentro mi croqueta soñada. Por lo general, suelen ser bastas, sin cremosidad, con un engrudo harinoso en vez de bechamel... vamos, que me llevo cada disgusto... Pero por fortuna, estas tres recetas siempre quedan perfectas, así que pruébenlas y hablamos.

Las croquetas son ese plato que nos recuerda a nuestra abuela, que comemos en casa de nuestros padres los domingos o el que preparamos en nuestra propia cocina con mucho cariño. Las conocemos de muchos tipos. Desde las clásicas de pollo y jamón, pescado o cocido (con unas sobras suelen salir las mejores croquetas) hasta algunas más actuales como las de espinacas o setas, sin olvidar las de chipirones en su tinta.

En esta ocasión, hemos decidido aprovechar nuestros excelentes productos canarios para elaborar unas recetas de croquetas que dejen huella. Una perfecta oda a la croqueta con la que sentir el sabor de lo nuestro. Si quieres sorprender a tu familia, ser el rey o reina de las croquetas y que todo el mundo las recuerde con un suspiro de deseo, te proponemos 3 recetas con las que triunfar.

CROQUETAS DE QUESO DURO DE PAJONALES 

Sólo de pensarlo se me hace la boca agua. ¿Qué mejor manera de incorporar sabor a tus recetas de croquetas que elaborándolas de un buen queso canario? En esta ocasión hemos elegido un queso duro de Pajonales, de sabor penetrante y exquisito. Vamos allá.

· Queso duro de Pajonales (200 gramos), pan rallado, huevo

· Bechamel: mantequilla, leche, harina, sal. La aromatizamos con cebolla y clavo.

· Aceite de oliva extra virgen para freír las croquetas.

Preparamos la salsa bechamel sin que queden grumos y aromatizamos con clavo rallado y cebolla en polvo. Cuando hayamos obtenido una crema, añadiremos el queso duro de Pajonales que previamente hemos rallado. Se debe fundir mientras removemos para que se cree una masa más o menos compacta, según nuestros gustos.

Una vez esté fría la masa, pasamos las croquetas por pan rallado, huevo y, de nuevo, pan rallado. Este paso podemos adaptarlo a nuestras prácticas habituales.

Nuestro consejo: al ser croquetas de queso, quizá sea mejor darles una forma más pequeña. ¡Si te quedas con ganas siempre puedes coger otra!

 CROQUETAS DE MORCILLA DE TEROR

Perfectas para los amantes de los embutidos, esta receta de croquetas de morcilla de Teror es fácil de preparar y el resultado es delicioso por su toque dulzón. Si tu paladar es fan de este producto, te mostramos otra manera de degustarlo.

· Morcilla de Teror, pan rallado, huevo.

· Bechamel: harina, leche, mantequilla, aceite de oliva, sal

¡Comenzamos! En una sartén antiadherente doraremos la morcilla (sin piel) hasta que quede muy deshecha. Reservamos. Preparamos la bechamel e incorporamos la morcilla. Cuando la masa esté fría damos forma a las croquetas y las rebozamos (primero la harina, luego el huevo y, finalmente, el pan rallado). Y… a la sartén.

CROQUETAS DE CHIPIRONES EN SU TINTA

Igual te suena raro o te extraña, pero te garantizo que estas croquetas están espectaculares, con un gran sabor a mar. Lo primero que hay que preparar es un buen guiso de chipirones o calamares en su tinta. Para ello necesitamos:

· 300 gramos de calamares o chipirones troceados, 1 cebolla, un chorrito de vino blanco, dos sobres de tinta de calamar, pan rallado, huevo

· Bechamel: mantequilla, leche, harina, sal. La aromatizamos con nuez moscada y pimienta molida.

La preparación es muy sencilla. Hacemos los chipirones friendo la cebolla rallada en el aceite. Añadimos los chipirones cortados chiquititos y los dos sobres de tinta de calamar con un poquito de vino blanco. 

A continuación, preparamos una bechamel con mantequilla, dos cucharadas colmadas de harina, leche, nuez moscada, pimienta y sal. Cuando esté cremosa, le añadimos los chipirones en su tinta cordados muy pequeñitos. Dejamos enfriar la masa en la nevera, y cuando esté fría, boleamos las croquetas con harina, huevo y pan rallado y freímos en abundante aceite.